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El
pasado 6 de diciembre visitó la Ciudad de México la banda
alemana Masterplan, quienes en apoyo a su disco debut epónimo,
vinieron a ofrecer un concierto a nuestro país donde dieron una
muestra más que clara de la calidad musical que hay en cada uno
de sus integrantes. Aunque compartieron el escenario con otro de sus compatriotas, Gamma
Ray, los asistentes degustaron en demasía la propuesta de los
conocidos como los ex Helloween.
Masterplan surgió a principios del año pasado cuando Roland Grapow,
guitarra, y Uli Kusch, batería, fueron despedidos, literalmente,
de Helloween, y debido a que ellos tenían en mente aportar
a su ex banda un sonido contemporáneo con el platillo principal
de las guitarras intrincadas, decidieron dar vida a un nuevo proyecto musical
que rápidamente se convertiría en un grupo de rock con mucho
respeto gracias a la incorporación en las filas del grupo de Jorn
Lande, voz, Jan S. Eckert, bajo, y Axel Mackenrott, teclados,
quienes rápidamente se incorporaron a la ideología que pretendía
manipular esta nueva propuesta.
La
llama. El diluvio. La tormenta. El temblor. Estos son fuerzas de los cuatro
elementos que dan sustento al elixir de la banda, que guiada por los consejos
de los sabios, ahora surcan la tierra en busca del quinto elemento encauzado
por la mano bondadosa e ilimitada que lleva como secreto aquel que dio
vida a Masterplan.
Sobre
la actitud musical, Masterplan ha demostrado con este año
de vida que su sonido se forjó en base a la energía de las
guitarras gemelas cuya fuerza proviene de las raíces clásicas
del género con las que intentaron ser totalmente atmosféricos
en este disco y sus primeros 11 temas originales. El otro aspecto importante
del grupo fue que sobre el escenario de la Ciudad de México, ellos
mostraron que son enteramente una banda, ya que desde la concepción
del proyecto todos los involucrados en él, se dieron a la tarea
de trabajar en pro de la propuesta, en pro de una proyección visual
que se debería presentar en las giras que hicieran por el mundo,
y no como cuando Roland y Uli estaban en Helloween.
Desde
su comienzo, la banda comenzó su andar con la ideología de
querer conquistar algo en este mundo, y el separarse de una banda con tanto
renombre en todo el planeta como la que comanda Michael Weikath no significó el fin del mundo, sino por el contrario, les brindó
mucha ayuda y enseñanzas que quisieron desarrollar en un sonido
nuevo como el de Masterplan, y vaya que lo han logrado, sólo
bastó el verlos dentro del Circo Volador y escuchar su entonación
a Enlighten Me y Heroes, e inclusive Bleeding Eyes,
cuyos momentos armónicos no dejan cabida a la imaginación.
Gracias
a la participación de Masterplan en los festivales realizados
durante el verano pasado, el trabajo de la banda no ha parado y cada día
son más las exigencias de sus seguidores por tener en sus manos
el nuevo material discográfico de ellos. Debido a ello el grupo
prometió que pronto entrará al estudio a trabajar en lo que
dará seguimiento a su producción debut; aunque no enfatizaron
si se tratará de un disco conceptual como el primero, pero si aclararon
que seguirá con la misma línea energética de su predecesor.
La
voz fuerte de su cantante Jorn hacen que en compañía de los
teclados comandados por Axel, el nuevo Speed Metal que nos
brinda Masterplan tenga una importancia única, Crystal Night en vivo fue la clave para entender al máximo el porqué en
conjunto con Roland , Uli, Jorn, Axel y Jan, estos valientes
marchan a pasos firmes sin temor al futuro y seguros de haber derrotado
su pasado. El valor los ha forjado de la misma materia con la que aportaron sus ideales y trabajo en las bandas predecesoras: la fe. |
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