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Se ha convertido en un referente obligado para los seguidores del género, pero con todo eso Javier Corcobado no se considera a sí mismo un representante del rock Gótico. “En España, el movimiento se llama ‘siniestro’ y puede ser que mi música tenga relación con él, que haya bebido de algunos de sus elementos, pero también tiene muchas cosas que no tienen nada que ver con el Gótico”, expresa el afincado en Madrid aunque nacido en Frankfurt. En México, por lo menos, es común observar grandes manchas negras a las afueras de cualquier concierto que Javier venga a ofrecer. El maquillaje blanco, las prendas de cuero y otros adminículos del ‘Dark’ nacional también pasan lista en esas situaciones.
Javier está consciente de lo popular que es en ese sector de público: “Los darks mexicanos me caen muy bien, tan extraordinariamente maquillados y glamurosos”. Hace veinte años, en 1985 para ser exactos, el autor de canciones como Carta Al Cielo y Amor Anoréxico, debutó en la escena discográfica española junto al grupo Mar Otra Vez. En ese tiempo, ha formado bandas como Demonios Tus Ojos y Los Chatarreros De Sangre Y Cielo, junto a quienes visitó nuestro país por primera vez a principios de los años noventa. “Hace tanto tiempo de aquello… de haber tocado por primera vez con 429 Engaños. Siempre he considerado que estoy en un proceso de aprendizaje y no únicamente en lo musical, porque de alguna manera todavía estoy aprendiendo a vivir”, expresa con la característica voz cavernosa que, sin pretenderlo, lo ha vuelto tan popular entre el sector rockero 'dark', “no pasa un día sin que piense en el retiro total, en dejar la música y… vaya, me resulta imposible”.
Lo que no se puede negar es que Corcobado se ha mantenido al margen de cualquier dinámica que lo relacione con la industria. De hecho, se podía decir que uno de sus pasatiempos predilectos es enfadarla. No ha grabado un disco desde 2002, aunque sí promete hacerlo para este 2006, cuando realizó Fotografiando El Corazón mientras radicaba en la Ciudad de México. Además, realiza giras cuando se le viene en gana y si se le da la gana, no canta ninguno de sus éxitos. En su más reciente visita a nuestro país, sacrificó muchos de sus temas más populares y en su lugar, interpretó canciones de Consuelito Velázquez, Armando Manzanero o Javier Solís. “Toda mi vida he sentido una fascinación enorme por los Boleros. Creo que mis propias canciones tiene mucho de su esencia: el sufrimiento, los amores trágicos… No concibo ninguna música popular sin Consuelito Velázquez. Bésame Mucho es el prototipo de la canción popular, no hay una canción más perfecta”, explica.
Ahora, para quienes conocen de cerca la trayectoria de Corcobado, no es extraño que su fascinación por la literatura lo haya impulsado a debutar como novelista (ya antes había publicado un poemario), y editar El Amor No Está En El Tiempo, “Siento una necesidad compulsiva por contar historias. Ese ha sido mi motivación para hacer canciones y la novela es una historia que necesita sacar de mí. El proceso fue tan intenso y agotador que ahora quiero dedicarme a la música por un largo período, tocar y tocar en vivo. Tengo otras historias en el tintero, pero no tengo prisa. Prefiero tardarme en escribir la siguiente novela, pero hacer un buen trabajo. También quisiera hacer la banda sonora de una película que me emocione profundamente”, finalizó la charla este personaje. |
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